martes, 6 de agosto de 2013

Medusas emigran de manera extraña (¿motivo de reversión geomagnética?)



Las medusas siempre han estado presentes en los ecosistemas marinos, sin embargo, su presencia obedecía a zonas geográficas en las que su hábitat natural era compatible con sus características en los océanos. A diferencia de otras especies, las medusas, presentan un ciclo de proliferación y reproducción que requiere la presencia de nutrientes y la ausencia de depredadores naturales.

Los mayores depredadores de las medusas son las tortugas y estas están viendo reducida su presencia en los Océanos. Otro factor es el desplazamiento por corrientes marinas de contraste entre las aguas más frías y las más cálidas.

Si las corrientes marinas no sufrieran especiales modificaciones, o anomalías sustanciales, sería muy extraño y/o casi imposible encontrar especies de aguas frías en zonas de aguas cálidas, a menos que las aguas cálidas se enfriasen y las frías se calentasen.

Por así decirlo, las plagas de medusas se limitarían a las mismas especies o similares propias de cada ecosistema, y no a la invasión de otras especies de ecosistemas incompatibles.

Pues bien, hasta ahora, salvo alguna excepción, las medusas del Ártico no podrían encontrarse de forma masiva en el Mediterráneo, ya que ambos ecosistemas son incompatibles entre sí debido a las corrientes de convección.

Sin embargo, este precedente se ha roto, y ha sido con la aparición de un peculiar ejemplar de medusa hasta ahora presente tan sólo en aguas del Ártico y el Atlántico norte. Nos referimos a la medusa compás, que actualmente durante el mes de Junio está invadiendo las aguas del litoral levantino español.

Esta circunstancia, unida al desplazamiento del Ártico a razón de un kilómetro al día, en dirección hacia Siberia, evidencia una aceleración de ese desplazamiento como ya sucedió con carácter previo a las anteriores glaciaciones.

Según un estudio publicado en octubre de 2012 por científicos noruegos, en los últimos 120 millones de años se habrían producido cuatro movimientos reales de los polos, calculándose que el desplazamiento habría sido de nueve grados.

Pero también hay que distinguir entre un movimiento real de polos y un movimiento aparente por culpa de la deriva continental. La diferencia está en que, en el primer caso, toda la corteza terrestre se mueve al mismo tiempo, mientras que la deriva afecta únicamente a placas aisladas.

Por otro lado, en un artículo publicado por la revista Physicsworld en noviembre de 2012 se daban a conocer las conclusion es de un equipo de geofísicos de Estados Unidos y Canadá basado en datos de los últimos 1000 millones de años, sugiriendo la posibilidad de seis vuelcos de hasta 50º con su consiguiente retorno al eje de origen. Si algo así ocurriera hoy, la ciudad de Boston acabaría en pleno polo norte.

Y en concreto,el movimiento de los últimos años pueden verlo resumido aquí:



Adicionalmente, hace 38 años la Revista Científica Nature, en su edición de 6 de octubre de 1972, ya recogía un interesante estudio de verificación de reversiones geomagnéticas cíclicas en la Tierra.

En concreto, la revista (Nature 239, 327 – 330 (06 October 1972); doi:10.1038/239327a0 ) publicaba un estudio realizado por MICHAEL BARBETTI & MICHAEL MCELHINNY (Department of Geophysics and Geochemistry, Australian National University, Canberra,).

En concreto, un análisis detallado de las civilizaciones humanas surgidas en nuestra historia, parecen indicar que existe un periodo oscuro de recesión “(involución)” precísamente entre el año 32.000 y el 10.000 A.C.

Señala en el Resumen:

”Las Reversiones Súbitas en los ejes geomagnéticos de la Tierra, son teoréticamente imposibles, pese a que las evidencias muestran que se han producido al menos dos veces en el pasado reciente.”

Las modificaciones afectarían a las corrientes de distribución de aguas y las anomalías detectadas en las temperaturas del agua del mar durante el presente año 2013, en el que puede apreciarse cambios térmicos de más de 2 grados en la temperatura media del Atlántico Norte y Ártico, junto al enfriamiento relativo de las aguas del estrecho de Gibraltar y del mediterráneo en cerca de dos grados.

Son numerosas las referencias científicas que apuntan a un cambio en los polos como causa de las anteriores glaciaciones. En esta ocasión lo que sorprende es la presencia de una medusa como la compás, en aguas del mediterráneo, que se encuentra dos grados más frío de lo habitual, mientras que el Atlántico Norte se encuentra dos grados más templado de lo habitual.

Esta circunstancia evidencia cambios en los flujos de las corrientes marinas, lo que explicaría la presencia de nuevos flujos de agua fría con presencia de estas especies del ártico en latitudes mediterráneas.

Más información y fuentes:

Fundación EticoTaku 2013.

Chrysaora melanaster o medusa compás.

Smithsonian National Museum of Natural History).

Kms. http://www.estudiosnauticosta.com/articulo.php?num=124

Centro de Geomagnetismo. Universidad de Kyoto

http://www.ncdc.noaa.gov/oa/climate/research/sst/weekly-sst.php

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