viernes, 23 de agosto de 2013

Regeneran células dañadas tras un ataque cardíaco



A raíz de un ataque cardíaco, las células de la región más afectada dejan de latir y quedan sepultadas en tejido cicatricial. Ahora, científicos de los Institutos Gladstone han demostrado que este daño no tiene que ser permanente, para lo que han encontrado una manera de transformar la clase de células que forman el tejido cicatrizal humano en células que se parecen mucho a las células del corazón capaces de latir.

El año pasado, en ratones vivos, los científicos transformaron células cicatriciales del corazón, parte de un tipo de células llamadas fibroblastos, en células del músculo cardíaco capaces de latir. Ahora, han informado que han hecho lo mismo con células humanas, en una placa de Petren el laboratorio.

“Los fibroblastos representan alrededor del 50% de todas las células del corazón, y por lo tanto representan un vasto conjunto de células que podrían ser aprovechadas y reprogramadas para crear nuevo músculo”, dice el doctor Deepak Srivastava, quien dirigió el estudio. “Nuestros hallazgos sirven como una prueba de concepto de que los fibroblastos humanos se pueden reprogramar con éxito en células del corazón capaces de latir”.

En 2012, el doctor Srivastava y su equipo publicaron en la revista Natureque los fibroblastos se podían reprogramar en células del corazón capaces de latir, mediante la inyección de sólo tres genes, conocidos en conjunto como GMT, en el corazón de ratones vivos que habían sufrido un ataque cardíaco. Los experimentos con los fibroblastos humanos de tres fuentes distintas (células fetales del corazón, células madre embrionarias y células de piel neonatal) revelaron que la combinación de GMT por sí sola no era suficiente.

Tras buscar entre una serie de genes, los investigadores redujeron su búsqueda a sólo 16 genes potenciales, que probaron junto con GMT.

Inicialmente los investigadores inyectaron los genes potenciales en fibroblastos humanos. Luego sistemáticamente retiraron uno a uno para comprobar cuales eran necesarios para la reprogramación, y cuales eran prescindibles. Finalmente, el equipo encontró que la inyección de un cóctel de cinco genes – la mezcla de GMT más los genes ESRRG y Mesp1 – fueron suficientes para reprogramar los fibroblastos. A continuación, encontraron que al añadir dos genes más, llamados MYOCD y ZFPM2, la transformación fue aún más completa. Para facilitar las cosas, el equipo inició una reacción química conocida como vía de señalización de TGF-ß durante las primeras etapas de la reprogramación, lo que mejoró aún más la tasa de éxito.

El próximo paso inmediato será poner a prueba el cóctel de cinco genes en los corazones de mamíferos más grandes, tales como cerdos. Eventualmente, el equipo espera desarrollar un tipo de fármaco que ofrezca un método más seguro y más fácil de administración.

El estudio se publica en Stem Cell Reports.

Más información y Fuentes: Gladstone Institutes

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